¡Hola a tod@s!
Hace tres meses que os dejé mis últimas señales de vida y eso está muy
mal, porque hice los exámenes y no se supo nada más de mi ;-) Pero ha sido por
buenas razones, la primera es que el día después de acabar exámenes empezaba a
trabajar a jornada más que completa con un horario de locos y el poco tiempo
que tuve lo utilizaba para comer y dormir, no me daba para más. Luego acabé
este trabajo y con él acabó el verano y me fui unos días por aquí, otros días por
allí… y luego volví a empezar a trabajar en otro sitio. Y de vez en cuando iba
pensando “tengo mis blogs abandonados”, porque tengo unos cuantos, me sentía
mal, pero había estado tan agobiada con los exámenes que lo fui dejando hasta
que ahora me he dicho “de hoy no pasa”.
No sé si hay alguien que me siga, si no es así no os culpo, porque no
aparecer en tres meses tiene delito,
pero por una remota casualidad de que haya alguien por ahí, os quería decir que
SSSSSSIIIIIIIIIIIII, lo aprobé todo! Me saqué todos los exámenes de encima y
por fin pude respirar. Hasta que recibí una llamada de mi director del tfg
(trabajo final de carrera, bueno ahora se le llama grado) “Natalia, ¿estás bien? Hace
mucho que no recibo ninguna entrega de tu trabajo”. Glups, el trabajo!!!
Estaba tan liada con mi nuevo trabajo de verano y mis locos horarios
laborales que casi no había pensado en el trabajo, trabajo que si no acabo y no
lo defiendo ante un tribunal no tendré la carrera acabada. Así que me puse a
marcha forzada a acabarlo, os juro que nunca he hecho un trabajo que me diera
tanto por… (¡¡perdón!!), pero después de mendigar por los colegios cuatro
cochinas entrevistas, buscar información hasta debajo de las piedras, leer y
leer y conseguir hacer algo al que se le podía considerar un trabajo resulta
que no estaba bien, mi director de tfg (exigente y meticuloso, algo que me
parece bien, lo juro) me lo puso patas arriba, así que tuve que empezar casi de
nuevo.
Volví a entregarlo y cuando recibí la siguiente corrección casi me caigo al
suelo, había más palabras en rojo que de cualquier otro color, otra vez el
trabajo patas arriba. Entonces me empecé a desesperar, viendo que la fecha de entrega
se acercaba y que cada vez que entregaba más desorientada estaba. Fueron
pasando los días y esto se fue repitiendo hasta que volvió a sonar mi móvil: “Natalia,
lo siento mucho pero vamos a tener que ir a extraordinaria”. Era mi director de
tfg, quedaban dos días para la entrega definitiva y mi trabajo seguía más rojo
que negro, así que tuve que resignarme a seguir trabajando en él y entregarlo
en la convocatoria extraordinaria. En realidad no es tan malo, lo único es que
si lo suspendo (algo que NO pasará) no tengo más oportunidades, tendría que
volver a matricularme del tfg, y eso son más de 800 € y retrasar mi título 6
meses más, algo a lo que no estoy dispuesta.
Así que aquí me encuentro, con mi tfg a medias, bueno ahora está un poco
mejor, voy avanzando poco a poco, pero me cuesta horrores ponerme, nunca se me
había hecho tan largo y pesado un trabajo de la uni, y mira que he hecho, hasta
he hecho trabajos de final de máster, pero vamos, este se me está haciendo más
que eterno.
Este es el resumen de los tres últimos meses, así que entre las clases de
informática que doy a jubilados, los pasteles que me van encargado de vez en
cuando y mi querido y odiado tfg aquí estoy yo. Espero que en mi siguiente
entrada pueda deciros que ya tengo mi tfg acabado, entonces sí que podré
respirar.
Por cierto, acabo de ver que tengo cuatro seguidor@s, muchas gracias por
estar aquí y bienvenid@s, sí queréis comentar cualquier cosa no os cortéis ;-)
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