domingo, 20 de noviembre de 2011

Empezar y entrar de lleno en materia

Son las 2 h de la mañana y por fin me voy a dormir, y no porque haya acabado todo lo que tenía que hacer, sino porque estoy KO y mañana tengo tres clases y muchas cosas más.
Vale sí, es que me he liado con mucho, pero lo puedo hacer, es sólo planificarse y pensar que vas a poder con todo.

Esta ha sido la primera semana ya de trabajos, clases, lecturas, temarios, vídeos, manuales… y un largo etcétera. A pesar de tener mucho trabajo y tener que dedicarle entre 5 y 7 horas al día, tengo que reconocer que me gusta y está bastante bien montado. La programación semanal de cada asignatura me ayuda mucho a planificarme y ver lo que tengo hecho y lo que me falta por hacer antes de que acabe la semana.
Una de las cosas que me ha hecho más gracia, bueno a mí y a todo el mundo que le he contado, son las clases presenciales virtuales. Cada semana hay una de cada asignatura donde el profesor explica el temario que toca para esa semana, pero tu antes tienes que haberte leído el tema para ir bien. Después aprovechas para hacer preguntas y suelen resolverse muchas dudas al momento. Es divertido porque por una parte ves al profesor o profesora, por otra ves una pantalla donde está el powerpoint o lo que utilicen para dar la clase, por otra tienes el chat donde podemos hacer las preguntas l@s alum@s y se nos contesta al momento por el vídeo, y por último tienes un miniapartado donde el profe te pasa archivos necesarios para seguir la clase, estudiar el tema, o el powerpoint que está utilizando… todo esto en la pantalla! Así explicado parece un caos pero no lo es, al contrario. Podéis verlo en la imagen, con distorsión  de la cara de la profesora y de los nombres incluida ;-) Para preservar el anonimato de todo el mundo.

Pues nada, ya he entregado los primeros trabajos, por eso he ido tan agobiada, porque apenas me daba tiempo a leer el temario y hacerme resúmenes, imagina hacer también trabajos y tests… pero va muy bien para aprender y fijar los aprendizajes.

A ver si la semana que viene consigo llevarlo todo al día!

lunes, 14 de noviembre de 2011

Y… ¡llegó el momento!

La primera semana ha ido bien. El lunes me enviaron por correo electrónico las claves de acceso y ya pude entrar en la plataforma. De momento hemos ido haciendo actividades para conocer este entorno virtual y familiarizarnos con todas las herramientas.

Como ya he estudiado en una universidad online (la UOC), no me supone un problema ni una dificultad, aunque ya en su tiempo me juré no volver a hacerlo!  ¿Motivo? La parte positiva es que puedes administrarte el tiempo y repartirte el trabajo como mejor te vaya, puedes hacer más o menos asignaturas y puedes trabajar al mismo tiempo, te ahorras desplazamientos y tiempo. Parte negativa, si te coges muchas asignaturas (como yo hice y he hecho esta vez) tienes que convertirte prácticamente en monja de clausura, esto quiere decir que te pasas de lunes a domingo encerrada estudiando, tienes contacto con tus compañeros de carrera pero todo es virtual, sí que puedes quedar para estudiar y conocerte si hay alguno cerca de tu población, pero no es lo mismo. Encontré a faltar mucho el poderme relacionar con mis compañeros de forma presencial, el poder asistir a clases y que el profesor te explique, ya que muchas veces por mucho que estudies y leas libros hay cosas que sólo las puedes aprender en una buena clase presencial.
A partir de entonces estudié en la UB, la Pompeu Fabra y antes de la UOC había estudiado en la UAB… ¿Por qué rompí mi promesa de no volver a estudiar online? Bueno, esto es casi imposible mantener una promesa así, cada vez hay más formación online y la verdad es que alguna es muy buena. Ya os he explicado mi situación, la mejor opción era hacerlo así, para poder administrar mi horario y estar preparada para adaptarlo al trabajo, que de momento es bastante esporádico.
Con mis estudios y el haber trabajado como maestra, he tenido la suerte de que me convalidaran muchas asignaturas, así que tenía dos opciones, cursar lo que me queda en dos años, que es lo que me recomendaban, o tirarme a la piscina, aprovechar el tiempo al máximo y hacerlo en uno. Es un gran reto, pero como soy una cabezota he decidido hacer un sacrificio más con los estudios, volverme otra vez monja de clausura y hacerlo todo en un año. ¿Lo conseguiré? Espero que sí…

domingo, 6 de noviembre de 2011

Tic tac, tic tac...


Ya llega la hora, mañana es el gran día, empiezo la nueva carrera!
Soy una maleducada, llevo semanas hablando de cosas pero aun no me he presentado. Pues bien, soy Nathalie, tengo 29 años y soy Licenciada en Psicología.

Como con la licenciatura no había ni para empezar si quería dedicarme a la psicoterapia, después de mucho buscar y preguntar, hice el Postgrado en Psicopatología Clínica, en la Universidad de Barcelona, pero eso no bastaba, así que al mismo tiempo, en la misma universidad inicié el Máster en Terapia Cognitivo Social, de tres años de duración (como una diplomatura vamos!), pero aparte tuve la suerte de empezar a trabajar en el Departament d’Ensenyament, en colegios públicos haciendo suplencias de maestra, aunque en principio yo iba para psicóloga en institutos, peeero había tan pocas plazas que ahí fui a parar.


Ahora empieza la aventura, a lo largo de esos tres años de máster, yo, siendo psicóloga, estuve trabajando de maestra de música (en la vida he estudiado música), después me pusieron a hacer una suplencia de maestra de educación física (¡toma ya!) y para acabar el curso, en un colegio rural perdido en medio de la montaña, más concretamente del Montseny, al año siguiente fui a parar muy cerca de ahí y tuve la suerte de estar casi un curso entero. Y qué queréis que os diga? me encantó la experiencia.
Ya sabía que me gustaba trabajar con niños, porque ya lo había hecho antes, pero eso me lo acabó de confirmar. Así pues, cuando acabé el máster, quise dedicarme a la educación en colegios públicos pero el boom de substituciones había acabad y  ¿qué empezó entonces? Pues sí, la famosa crisis… y con ella los recortes, y ¿ dónde hubo más recortes? Pues en sanidad y en EDUCACIÓN. Y  ¿qué pasó? Pues que me quedé sin trabajo…

Aquí es donde la maravillosa aventura se trunca y llegan las dudas.
Para continuar en la bolsa y asegurarme el trabajo, me piden que haga el Máster de Profesorado de Secundaria, especialidad Orientación Educativa, y yo lo hago. Un año después, con unas 4000 horas dedicadas a esto, prácticas incluidas, qué pasa? Nada, cero, nothing, vacío…

Me gusta la psicología clínica, mucho, y me gusta trabajar como psicoterapeuta, pero ahora está tan difícil la cosa que con esto no hay bastante, y como también me gusta mucho la educación infantil cual fue la decisión, dura decisión que tomé (porque vamos, no será por formación), volver a tirarme a la piscina, acabar con todos mis ahorros  y matricularme en Magisterio de Educación Infantil, en la UNIR, en modalidad online.